Como organizar una mini cata en tu casa, estos son los pasos que debes seguir para el armado de la cata. Te recomendamos nuestros box de cata que desarrollamos para que te divertas en tu casa!
Paso 1: Fase Visual
Servir el vino:
Llena una copa de vino hasta el ecuador, es decir, aproximadamente un tercio de su capacidad.
Observar la apariencia:
Inclina la copa a 45° sobre un fondo blanco y observa atentamente:
Color: ¿Es pálido, intenso?
Limpidez y brillo:* ¿Es cristalino o turbio?
Presencia de gas carbónico: ¿Ves burbujas?
Evaluar detalles visuales:
Menisco: Observa el borde del vino en la copa y sus matices de color.
Piernas o lágrimas: Gira suavemente la copa (menos de un cuarto de giro) y fíjate en cómo caen las gotas. Los vinos blancos, rosados y tintos ligeros son más fluidos, mientras que los dulces y tintos de gran cuerpo son más densos.
Paso 2: Fase Olfativa
Primer acercamiento:
Acerca la copa a tu nariz sin agitar y realiza inhalaciones largas y profundas o cortas y rápidas. Identifica los aromas iniciales, ¿son agradables o desagradables?
Liberar aromas:
Agita suavemente la copa para liberar las sustancias volátiles y vuelve a inhalar varias veces para impregnar tus fosas nasales con los aromas del vino.
Clasificación de aromas:
Identifica los aromas en tres grupos principales:
*Aromas primarios o varietales:* Característicos de cada cepa o variedad de uva.
*Aromas secundarios o de fermentación:* Resultantes de la fermentación alcohólica y otras fases de elaboración.
*Aromas terciarios o “bouquet”:* Desarrollados con el tiempo y la exposición al oxígeno, provenientes de la guarda en botella, barrica, tanques, etc.
Paso 3: Fase Gustativa
Probar el vino:
Introduce una pequeña cantidad de vino en tu boca y hazlo recorrer toda la boca para detectar los diferentes gustos (dulce, ácido, amargo, salado) y sensaciones táctiles.
Inhalar oxígeno:
Abre lentamente los labios para permitir la entrada de una pequeña cantidad de oxígeno, lo que ayuda a liberar más aromas en la boca.
Apreciar el aroma en boca:
Siente el «aroma en boca», que se libera y llega a la mucosa olfativa pasando por detrás del velo del paladar (retrogusto). Este paso te ayuda a comprender mejor la complejidad y los matices del vino.
Consideraciones Adicionales:
Condicionamiento: Recuerda que factores externos como la etiqueta, el envase, la marca y el precio pueden influir en tu percepción. Mantén una mente abierta y evalúa el vino por sus características reales.
Evita los mitos: No te dejes influenciar por creencias comunes como «cuanto más viejo, mejor» o que «los vinos blancos no son vinos». Cada vino debe ser evaluado por sus propias cualidades.